El metro moscovita es tan auténtico y único como los moscovitas mismos.
Primero el gran reto de comprar un boleto... en la taquilla no se habla inglés pero estoy decidida a conocer el tan aclamado metro de Moscú y entonces no importa, el lenguaje no verbal es universal. Cruzo varios pasillos y varias puertas hasta que llego a la escalera eléctrica que me lleva varios cientos de metros bajo tierra y ese descender es como viajar a un submundo... bello, impresionante, totalmente alterno.
El metro se enrogullece en ostentar un claro espíritu creativo del nuevo estado que era la Rusia de los años 30.
Metrostoi 1931 comenzo el sueño y poco a poco se fue materializando en la oscuridad del subsuelo una auténtica sinfonía arquitectónica de mármol, granito, cristal, lámparas, acero, bronce, pinturas, esculturas, art nouveau en plena explosión.
En parte por orgullo nacionalista, en parte porque más adelante en los 40 la gente se refugiaría ahí de las bombas provenientes del occidente y con palacios como bunkers imagino que el terror se diluía en fantasías de elegancia y esplendor.
Una de las estaciones que mas llamó mi atención fue la Plaza de la Revolución. Ahí las estatuas de bronce representan la Guardia Roja de Octubre 1917. Estáticas y solemnes, 76 esculturas de bronce con forma de estudiantes, obreros, campesinos, deportistas, soldados y otros símbolos del progreso contemplan el paso de millones de pasajeros que vienen de un lado a otro de la capital rusa. Lo que averigüé: "La más popular de las esculturas -todas ellas obras de Matvéi Manizer- es la del guardia fronterizo con su perro, pues desde 1938, cuando se abrió al público la estación, entre los estudiantes existe la creencia de que sobarle el hocico al can de bronce ayuda a superar los exámenes. Pero la superstición inicial se extendió más allá del mundo estudiantil y hoy el hocico del perro de bronce brilla como un espejo gracias a las caricias de los moscovitas que le piden buena fortuna."
A decir verdad eso no lo sabía cuando estaba ahí pero claro, en la tierra que fueres haz lo que vieres y ayudé un poco a pulir el hocico del perro... y es que yo pensaba... por qué la gente acaricia las esculturas? Me quedé espiando a los rusos no angloparlantes por un buen rato... 90% de la gente toca los perros o las pistolas. Fascinante!!
Y cuando se va de las afueras hacia el centro de la ciudad, es una voz masculina la que anuncia las estaciones y en sentido contrario es una voz femenina. Esto, para que los pasajeros invidentes se orienten mejor...
красивый!!! (o algo asi como kraziva!)
2 comentarios:
Increíble!!!
Como siempre contigo, valió muchisísimo la pena esperar.
¡Que lámparas tan de poca madre!
besos
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