.: Vortex to Brighton

La puerta del hotel es un vórtice directo a un tren que lleva a Brighton, en un abrir y cerrar de ojos el cuerpo está frente a una playa con piedras por arena y chamarras por bikinis. El clima no podía ser más hermoso: un aire super fresco venía desde el agua y el sol generaba un balance perfecto. Sol, en el Reino Unido...
El día perfecto. En mis oídos empezaba a sonar "today is just the perfect day...".
Dos horas sólo mirando el transcurso de un sábado soleado en el que la gente sale de pic-nic en la playa, sacan a sus perros, toman cervezas disfrazadas, fuman, conversan, contemplan, juegan a lanzar al agua la piedra mas lejana y así se pasan dos horas como si fueran dos minutos.
Y luego caminar cerca del muelle y encontrarse con gaviotas salvajes, el museo del pescador, maquinitas de los 60 que funcionan con monedas del pasado que cambian en la taquilla por libras del presente, neverías, galerias, sitios donde leen el tarot y la mano, bares y un ambiente retro cirquero sesentero constante...
En la punta del muelle hay un parque de diversiones.
En el camino hasta él he de comer un helado, he de alimentar gaviotas salvajes, he de escuchar el agua fría pegar en las piedras, he de aproximarme cada vez más al conjunto más ruidoso y grande que he visto de maquinitas entre algodones de azúcar, gente con sombreros raros, magos y música de carrusel...
El Palace Pier. Ahí la gente derrocha sus monedas probando su suerte en las tragamonedas desde 1899. En la fila para el Booster conozco a Hetty, Kate y Tess y me sumergen en un viaje de drogas sin drogas.
Aqui como se veía desde ahí, parece que caerás directo al mar...

En Brighton pude ver de cerca lo que fue la cultura mod y la cultura rocker en los 60, las playas donde se dieron sus enfrentamientos más conocidos, los bares mod que aun prevalecen, tiendas de ropa mod en The Lanes, Alex y sus drugos son mods futuristas...

Los mods...